miércoles, 19 de abril de 2023

TEA TIME UP HERE. GOD BLESS YOU,TEN

 TEATIME UP HERE, GOD BLESS YOU, TEN

(Es la hora del te aquí arriba, que Dios te bendiga, Diez)


Mar García García. Abril 2023


A los científicos les mueve la búsqueda de la verdad, a los políticos la búsqueda de la gloria.

Cuando el noruego Admunsen alcanzó el Polo Sur por delante de Scott, al servicio del Imperio

británico, la prensa se volcó en la gloria del primero que sería recordado por su hazaña para la

posteridad. Los políticos y el pueblo ya tenían un héroe

A la comunidad científica le constaba que, anteriormente, Scott había liderado la expedición

Discovery a los inexplorados territorios de la Antártida, con una valiosísima aportación de

conocimiento en temas de oceanografía, zoología y física entre otros.

En esa misión como tercer oficial había participado en una primera fase Ernest Shackleton, quien

una vez acabada la carrera por la conquista del polo, consideró como el siguiente gran objetivo,

cruzar el continente helado de punta a punta pasando por el Polo. De esta manera lideró la que se

llamaría la Expedición Imperial Transatlántica. Utilizarían dos barcos. El barco del grupo científico,

el Indurance, llevaría al equipo científico hasta la bahía Vahsel, en el mar de Weddell, en la

Antártida. desde donde seis hombres y sus perros empezarían a cruzar el continente. Un segundo

barco, el Aurora, transportaría el equipo de apoyo hasta el otro extremo del continente. a 2900 km

de distancia del primer punto.

En su viaje al sur, el Indurande pronto se topó con hielo, que ralentizó la navegación, hasta que

quedó atrapado en el mismo. Durante meses el barco estuvo moviéndose a la deriva sobre las

placas de hielo flotantes mientras el equipo esperaba que con la primavera pudieran navegar

hasta la costa. Finalmente el barco se hundió y el equipo instaló campamentos en el hielo

mientras esperaban que la deriva los acercase a la isla Paulet. Finalmente, tras las peripecias

recogidas más tarde en un libro escrito por Shackleton y acompañado por una colección de

fascinantes fotografías la tripulación en su totalidad pudo ser salvada, tras más de dos años en el

hielo, en la mitad de la nada.

Pero eran científicos y ese no fue un tiempo de tediosa espera sino de actividad constante.

Uno de los estudios más curiosos y menos conocidos que se desarrollaron fue la investigación

sobre la que hoy conocemos por Corriente Circunpolar Antártica, esto es, las corrientes marinas

del Polo Sur, que hoy sabemos que son el resultado de la rotación terrestre y que se producen en

el sentido de las agujas del reloj, siendo mas regulares que las del polo Norte al no existir la

interferencia de los continentes. Estas corrientes junto con las del Golfo determinan el

comportamiento climático del planeta siendo su observación fundamental en las predicciones

meteorológicas, y en los estudios previos a las grandes campañas de la pesca de altura..

Los hombres de Shackleton conociían la existencia de estas corrientes por las observaciones de

Halley en el siglo XVII y las de los exploradores Bellinghansen y Clark Ross en el XIX.


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Su mente se puso en marcha buscando la manera de poder trazar la trayectoria de estas

corrientes y conocer la variación de la misma en función de la profundidad del agua.

Como en casi todos los experimentos físicos de medida, la manera más sencilla suele ser la mas

efectiva. Emplearían el mas literario de los elementos que tenían a su alcance: un mensaje en una

botella. La prolija descripción que hace Shackleton en su libro del ingenioso proceso es muy

entretenida: La primera observación que hace es que si llenaban la botella de agua totalmente,

ésta al congelarse flotaría y no sería válida. Además, deberían lanzar series diferentes de botellas

que fueran a hundirse a profundidades diferentes para poder seguir así las variaciones de la

corriente marina según la profundidad.

Decidieron formar series de botellas que llenarían de agua con 10, 20, 30, ...etc centilitros.

En cada botella iría escrito "Tea time up here, God bless you, 10", esto es, "es la hora del te aquí

arriba, que Dios te bendiga, Diez" y lo mismo para 20, 30 etc hasta 90 (hay que recordar que con

cien flota y no vale), para identificar la supuesta profundidad a la que habría estado viajando cada

botella.

Era fundamental que el mensaje perdurara en el tiempo y que fuera perfectamente legible en el

momento de apertura de la botella sellada así que emplearon piel curtida de foca en la que

grabaron el texto como si de un tatuaje se tratase.

Pensaron que sería interesante conocer las posibles variaciones de intensidad de las corrientes

por lo que necesitarían producir para cada serie otra de iguales características pero con un liquido

de diferente densidad que ofreciera diferente resistencia. Los husquies de la expedición tuvieron

el real privilegio de donar sus orines a la causa y asi se tiraron desde cada punto la serie de

botellas con agua y la de orín del perro, ambas conteniendo el mismo mensaje de invitación al te.

En los años posteriores al rescate se recibieron en la sede de la Royal Geographical Society un

total de sesenta cartas enviados desde Tasmania, Nueva Zelanda, y Tierra del Fuego, todas ellas

remitiendo un curioso trozo andrajoso de piel con una invitación a tomar el te seguido de un Dios

te bendiga y un número.

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