miércoles, 1 de mayo de 2024

¿QUÉ ES ESO?

 


-¡Jamás se ha visto nada igual! Esto no debería verlo nadie, ¡jamás! Su exhibición sería un verdadero escándalo. Nadie puede verlo.

En las calles de París reina el Segundo Imperio. Napoleón III tiene bigote y una perilla bien poblada. Viste con uniforme o levita oscura, aparece retratado siempre correcto y elegante. En esos días, un muchacho toca el pífano. Su figura es perfecta, clásica, equilibrada. Pero no por ello ha sido aceptado en un salón. Los jueces del arte son más bien conservadores, no toleran muchos atrevimientos, y ¡qué es eso de que detrás del muchacho no haya un fondo! ¡Cómo si el artista tuviera tanta libertad!

También en esos días se inaugura un nuevo mercado, unas nuevas avenidas. Todo está alineado, recto, perfectamente organizado. Todo es nuevo, pero no demasiado. Y, de repente, hay un rumor que se expande por todas partes. Parece que un lienzo contiene un desnudo… diferente. Corre la voz de que Courbet ha pintado algo, algo que no debería verse, ni siquiera pronunciarse. En el fondo, no es nada más que una tela sobre la que se acumulan unos trazos de diferentes colores, pero su realismo es intolerable, podría ser un peligro.

- ¡Imagínense eso visto por un niño, por un muchacho joven! Sería una provocación, sin duda.

El encuadre es atrevido, el ojo del espectador se sumerge en una imagen demasiado veraz. La perspectiva lleva a un lugar imposible de ver en calma. Los nervios de los críticos se encrespan. Dicen que no es una gran escena, no hay héroes, mitos, heroínas bíblicas, sueños. Pero ¿qué es eso de mostrar la carne sin una explicación? ¿Dónde queda el romanticismo?, ¿el misterio? Delacroix lo ha dicho muy bien: Courbet malgasta su talento, el tema no es elevado. Vamos a ver, ¿qué representa eso realmente?

Parece que el origen de la tela está en un encargo de un diplomático. Un viejecito simpático que colecciona estampas subidas de tono. Un inconsciente. Menos mal que, después, cuando el lienzo se descubre tras una subasta, alguien lo tapa con una tela y lo arrincona, llevándolo al fondo del almacén. Por suerte, por lo menos, no lo quema.

-¡Tapadlo!, que no lo vea nadie.

-Yo me lo llevaré a mi casa de campo, no me gustaría que alguien lo descubriera en mi salón.

Pasa el tiempo, el lienzo triunfa, se exhibe en una sala de un museo. La gente lo mira asombrada. Eso sí, siempre hay alguien vigilando.

-Mamá, ¿qué es eso?

-Eso, mi amor, es el origen de todo. Ahí están guardados todos los niños del mundo.

- ¿Ahí caben los niños? ¿Y por dónde salen?

-Pues, los niños entran por esa pequeña puerta cuando son algo muy, muy pequeñito. Duermen en esa barriga y, cuando ya están preparados para la vida, salen también por ese pequeño lugar.  

- ¿Ahí estuve yo?

-Tú, yo, todos nosotros. Y ahí se guardarán los hijos de tus hijos. Sólo hace falta introducir una pequeña llave. Pero bueno, eso no sólo sirve para guardar a los niños antes de nacer, también puede … pero mejor eso otro día te lo cuento.

 Imagen censurada por el servidor ...

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