Se desearon desde que se vieron. Él con barba y mirada de niño. Ella con un vestido alegre, coleta indecorosa y chancletas. Apenas unos segundos en que ella deseó un hola o una sonrisa. Él elegió el mejor de sus pinceles mezcló los colores y dejó fluir siemprevivas rodeando el mausoleo del cuerpo de mujer creado por Dios y el secreto de su vulva. Pintó las piernas poderosas, que se abrirían para parir entre gritos. Cuando terminó la obra, sin mediar palabra, la dejó entre sus brazos como una criatura. Ella se vio desnuda para él que, por primera vez, le sonrió.
Nolis
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