sábado, 16 de diciembre de 2023

El Mercado de Abastos

 Al lado de la biblioteca colocaron un mercado provisional de abastos, mientras rehabilitan el antiguo. Hoy que yo tenía un poco de tiempo entré a curiosear. Muy pobre. Esa fue mi conclusión. La estructura que albergaba seis puestos, dos de ellos ya en traspaso, era enorme. Había poquísimos clientes, no sé si era lo habitual o por la hora,  ya pasaba de la una de la tarde. En el centro del pasillo había un buzón de papá Noel. Me agaché. Cerré el sobre y lo envié a su destinatario sin añadir nada más. Me imaginé la lista enorme de juguetes. Y por eso de la envidia anticipada, rebusqué en el bolso. No sabía porqué estaba haciendo lo que estaba haciendo. Me sentía ridícula. Escribiendo mi propia carta a Papá Noel, porque yo de pequeńa era solo de los Reyes Magos. De  Baltasar, no os voy a mentir. Mi lista no era de juguetes¡ a mi edad! 

Escribí:"Quiero un compañero" . Eran tres palabras. Claras.  Sencillas. Sin imperativos. Sin ruegos. No tenía sobre y doble en dos la hoja de mi pequeño bloc de ocurrencias.

Un principio de lágrima me venía, cuando mi mano y su brazo y su hombro estaban a nada de meter el papel. Me cayó al suelo como al niño, cuando una voz del interior del buzón me dijo:-Sin miedo, mujer. Que lo suyo es más fácil que lo de los regalos. 

Yo


sí me atreví.

Sonrisas mil

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