Josefina, delgada y con una trenza floja y cana, de vez en cuando, con una foto en la mano se acercaba a la puerta de la biblioteca y ponía los dedos en el pomo, para retirarlos con la cara bañada en lágrimas.
Con el revuelo de lo que le pasó a su marido, el día de su muerte en la biblioteca, el libro que estaba leyendo "El Quijote" se guardó, sin limpiar y airear, con un intruso ¡ un gusano del papel!
Se llama Tito y no apareció solo, sino con su familia.
A Tito despierto y de ojos suaves le gusta leer. Por eso madruga muchísimo. Cuando los demás se ponen a devorar la hoja del libro a la hora del desayuno, él ya se la leyó e incluso va dos capítulos por delante.
La madrugada del domingo Tito está tan enfrascado, en el capítulo en que Don Quijote se enfrenta a los molinos de viento, que no oye un tintineo seguido de unos tacones. Es Josefina que enciende la luz y acaricia con los ojos la biblioteca, la butaca y el escritorio de su marido. Se va dejando apoyada en el lomo del Quijote una foto antigua de cuando ella y su marido se casaron. La foto tiene una intrusa que Josefina no vio. Un gusano del papel, hembra, con una pamela roja . Cuando la luz se apaga dice en voz alta:-hola, hola soy Sirel. Tito al oirla piensa 《¡ Oh mi dulcinea!》 y contesta.
-Hola soy Tito
《Su voz tiene un color dulce, tan dulce》, piensa Sirel al oirla y no duda al preguntar ¿En qué libro estás?
-¿ te parece si elegimos nuestra primera lectura? -pregunta él emocionado
- ¡oh, sí quiero!- grita ella .
Sonrisas mil
Nolis
