Para Florencia cualquier excusa es buena para tener las tijeras en la mano, con el típico sonido tris-tra, tris tras. Por eso en la "quedada" de hoy en casa, cuando un amigo de un amigo de un amigo...osea un desconocido le pregunta a qué peluquería va y le pide que se la recomiende. Ella contesta que lo de ir a un instituto de belleza no va con ella, pero al rato tiene cabezas dispuestas para un corte en seco. Florecia, literalmente, como una moto con las tijeras tris tras.
Casi nadie se reconoce delante del espejo. Los cortes son variopintos, abundando los bautizados como cortes de pelo "de fiesta".
La policía alertada acude al domicilio, pretenden multar a Florencia porque la normativa prohíbe el trabajo en interiores con temperaturas superiores a veintisiete grados.
Al final el malentendido se resuelve con un río de carcajadas. Queda claro que la peluquería está en el domicilio habitual de Florencia. Ella no trabaja en negro, ni usa tenacillas o secadores que suban la temperatura. Es más, el aire acondicionado funciona bien y ahora está en modo on.
Lo de Florencia con las tijeras, ¿es ocio o arte?
Sonrisas mil
Nolis
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